Cómo saber si un despido es improcedente y qué hacer si lo es

En la actualidad, existen muchos tipos de despidos diferentes, los cuales pueden estar condicionados a ciertos factores que por un lado pueden estar justificados, pero por otro, son considerados improcedentes. Para saber si has sufrido un despido improcedente y qué hacer si lo es, te queremos hablar en este artículo de los tipos de despidos que existen y también identificar si el que has sufrido, cuenta con las suficientes razones para este acto o por el contrario, requieres tomar cartas en el asunto.

¿En qué consiste un despido?

Hablamos de un despido cuando, según nos hemos informado, el empresario, de manera tajante, prescinde de los servicios que obtiene de un trabajador en particular. Esta anulación del contrato puede ser debido a diferentes causas y es de lo que vamos a hablar a continuación, ya que según la causa del cese de la actividad, se denominará de una manera u otra.

Además de estos tipos que vamos a hablarte, es conveniente que sepas que en todos ellos puede ocurrir que el despido haya sido procedente, improcedente o incluso nulo, siendo en este caso acción del trabajador que no está de acuerdo con dicho despido y desea pelear para que se le pueda indemnizar correctamente o incluso reincorporar al trabajo si piensa que el despido no ha sido del todo legal o consecuente con lo que se había acordado en un primer momento.

¿Qué es despido improcedente?

Cuando el trabajador ve que el despido que ha sufrido no es del todo satisfactorio para él puesto que los motivos no son para nada ciertos y ve que no se ha hablado con claridad, puede reclamarlo frente a un juez para que de esta manera compruebe si realmente se seguido las medidas oportunas o no. Cuando el despido ha sido legal, es decir, cumple con todos los requisitos, a pesar de lo que pueda decir el empleado, se habla de los despidos procedentes.

Por otro lado, están los despidos improcedentes, que son aquellos que no cuentan con las circunstancias para que entren dentro de la legalidad y por lo tanto, conviene reclamarlos para que se pueda lograr una indemnización o incluso que se readmita en el puesto de trabajo. Para que esto se haga correctamente, lo ideal para el trabajador sería disponer de un abogado laborista como Garanley, ya que llevan muchos años defendiendo a personas que han sido despedidas de manera improcedente, buscando los posibles fallos en estas acciones para que se pueda lograr la indemnización que se requiere o incluso, si el trabajador lo desea, que sea readmitido para poder seguir trabajando con las mismas condiciones que tenía anteriormente o incluso en algunas ocasiones, mejor de lo que se podía esperar.

Cabe recordar que en todo caso, el trabajador deberá de formalizar esta oposición al despido escribiendo una carta en la que se diga claramente a la empresa de que no está conforme con esta acción y que, por lo tanto, va a reclamarlo.

Despido disciplinario

Uno de los despidos que más suele ocurrir es el denominado disciplinario, al igual que es uno de los que más reclamaciones tiene por despido improcedente y por lo tanto, más suele entrar en juicio puesto que el trabajador no ve con buenos ojos esta acción.

Uno de los principales motivos por los que los empresarios suelen buscar este tipo de despidos es debido a que la empresa no debe de pagar absolutamente nada al trabajador, es decir, no hay que pagarle ningún tipo de indemnización, puesto que el empleado no ha obrado correctamente y no ha desempeñado el papel que se debería de realizar.

Uno de los motivos por los que el trabajador puede ser despedido es que ha faltado al trabajo en innumerables ocasiones o incluso ha llegado más tarde de la cuenta, al igual que si se ha escapado antes de su hora, es decir, que no ha trabajado el total de horas que debería y que por lo tanto no ha cumplido con lo que está escrito en su contrato.

Ocurre exactamente lo mismo con la indisciplina, es decir, cuando no se realiza la tarea que se requiere de él o que se le ha ordenador hacer, ya bien sea la actividad por la que ha sido contratado o aquella que debe desempeñar en ese preciso momento.

Existen muchos otros motivos para este tipo de despidos disciplinarios, como el ir bajo los efectos del alcohol o de alguna droga, la agresión verbal o física a empleados, empresario o incluso a los clientes, o que por ciertos motivos se realice una disminución del trabajo producido a conciencia.

Despido objetivo

Los despidos objetivos son quizás los más complejos de realizar por parte de la empresa ya que deberá de aclarar debidamente todos los puntos, siendo la documentación del despido más larga de la cuenta, ya que requiere un proceso de estudio que debe estar bien aclarado para evitar que, por parte del trabajador reclame y pueda haber un despido improcedente.

Uno de los principales motivos o factores por las que se produce este despido objetivo es el hecho de que el trabajador no cuenta con las características o el perfil solicitado, a pesar de que se conocía con previo aviso incluso antes de entrar en la empresa.

Si el empleo o el trabajo que se realiza en el negocio ha cambiado y el trabajador no ha sido capaz de adaptarse a los cambios producidos, la empresa puede despedir o cesar la actividad con el trabajador por falta de adaptación, sin embargo, conviene saber que el empresario deberá de dar un tiempo estipulado de adaptación, al igual que medios para que de esta manera el empleado pueda adaptarse. De no darse este proceso, la persona podrá reclamar con todos sus derechos ya que se podría considerar un despido objetivo improcedente.

Despidos colectivos

Los despidos colectivos, más conocidos en la actualidad como ERE, cuentan con una gran visibilidad en los últimos años en los que la crisis se ha cebado bastante con la industria y los negocios. Se pueden encontrar de diferentes tipos, desde los más livianos reduciéndose el número máximo hasta cien, o aquellos que van a más de 300 trabajadores.

Los motivos de estos despidos, por lo general, es que la producción ha caído y, por lo tanto, el empresario no tiene manera de pagar a todos sus empleados puesto que no encuentra modo de hacerlo al no recibir ingresos con los productos o servicios que vende.