Sistemas típicos de almacenamiento de líquidos a granel

El almacenamiento de líquidos, ya sea de agua, así como de oxígeno licuado, de nitrógeno, de argón o de dióxido de carbono precisa de unos recipientes específicos para conservarlos, sobre todo cuando se trata de grandes cantidades. Existen varios sistemas típicos de almacenamiento de líquidos a granel, a continuación te explicamos cuáles son los más populares y cómo funcionan. Sigue leyendo este artículo para más información.

Depósitos de chapa

Los depósitos de chapa galvanizada son sistemas de almacenamiento con forma cilíndrica y superficie plana. Estos están disponibles en distintos tamaños y su función principal está destinada al almacenamiento del agua, ya sea para el riego, así como para beber, para la recogida de agua de lluvia y también para otros fines —como, por ejemplo, como fuente de abastecimiento para la extinción de incendios en lugares secos—. Estos depósitos de chapa galvanizada —también conocidos como cisternas de chapa para agua— preservan el contenido de su interior en óptimas condiciones. Los mismos están diseñados para evitar la aparición de algas, así como para reducir la evaporación y para reducir el mantenimiento al mínimo. Estos precisan de grandes superficies para ser instalados por profesionales.

Como comentábamos, los mismos están disponibles en varios tamaños, dependiendo de la cantidad de agua que se quiera almacenar, desde los 15.000 litros hasta los 2 millones de litros, aproximadamente. Una de las principales empresas especializadas en la venta de estos depósitos de chapa es SustraiakGupo. Esta compañía, ubicada en el País Vasco (España), está especializada en cubrir todos los servicios y demandas relacionadas con el suministro de materiales para soluciones integrales en abastecimiento, saneamiento y depuración del agua, así como de material urbano, edificación, industria y riego.

Tanques de almacenamiento

Los tanques de almacenamiento son otro de los sistemas típicos de almacenamiento de líquidos a granel. Estos consisten en estructuras cilíndricas hechas de distintos materiales, como la fibra de vidrio, el acero al carbono o el acero inoxidable. La función principal de estos tanques es el almacenamiento de líquidos, como el agua, así como también para preservar gases a presión ambiente. El diseño de los tanques cuenta con una pared que está constituida por placas que forman anillos soldados entre sí con el fin de lograr la altura deseada —y, por supuesto, para aumentar la capacidad de este depósito de almacenamiento del agua—. Estos disponen, así mismo, de un techo que sirve para evitar que las sustancias almacenadas entren en contacto con el exterior.

Además, cuando se trata de tanques de almacenamiento para oxígeno licuado, así como para nitrógeno, argón o dióxido de carbono, estas estructuras suelen contar también con vaporizadores de aire ambiental, así como colectores de control. La función de esta instalación —en su conjunto— es la de almacenar los líquidos y gases a una temperatura muy baja. Así mismo, cuando se necesita el líquido en forma gaseosa, este se vaporiza gracias al vaporizador de aire ambiental. También puede ser utilizado para la criogenización de alimentos.

Los tanques cilíndricos pueden ser de varios tipos, dependiendo de su forma. Estos son los tanques cilíndricos horizontales —incluidos los depósitos para enterrar—, los tanques cilíndricos verticales, los tanques atmosféricos y los tanques elevados.

Depósitos aéreos

Los depósitos aéreos tienen una gran cantidad de usos, aunque su función principal es el almacenaje de agua. Estos sistemas típicos de almacenamiento de líquidos a granel están fabricados con polietileno de alta densidad (PEAD) y están disponibles en varios modelos verticales y horizontales con capacidad de 500 a 20.000 litros, dependiendo del uso que se le vaya a dar. Los mismos pueden servir desde el almacenaje de agua en viviendas, hasta redes contra incendios e, incluso, para la recogida y aprovechamiento del agua pluvial para la agricultura y la ganadería. Estos últimos cuentan con un filtro de entrada, un tubo de aspiración con válvula antirretorno y boya, una descarga antiturbulencia, una descarga superior con sistema antiintrusión de animales…

Los depósitos de agua pueden ser de varios tipos, dependiendo de la capacidad y del uso para el cual vayan a ser destinados. Podemos distinguir los siguientes:

  • Depósitos aéreos horizontales: El diseño de estos depósitos es horizontal. Estos están fabricados con patas de poliéster reforzado con fibra de vidrio para la instalación en superficies. Se trata de depósitos que suelen tener una capacidad entre 200 y 5.000 litros.
  • Depósitos verticales altos: Tienen una capacidad de 500 a 4.000 litros. Su función está destinada al almacenamiento de agua y de otros líquidos para la instalación en superficies.
  • Depósitos verticales Puffo: La capacidad de estos depósitos es de 3.000 a 10.000 litros. Se trata de uno de los depósitos aéreos con mayores dimensiones que podemos encontrar.
  • Depósitos verticales Puffo bajos: Estos depósitos tienen una capacidad de 3.000 a 10.000 litros. La diferencia con los anteriores es que su diámetro es superior, por lo que se aprovecha el espacio a lo ancho, en lugar de a lo alto.
  • Depósitos verticales corrugados: Estos son los depósitos aéreos con mayor capacidad, desde los 6.000 a los 21.000 litros. Los mismos pueden ser usados tanto para la ganadería como para la agricultura. El diámetro de estos depósitos es de 2.320 milímetros.

Depósitos hinchables

Se trata de un depósito alternativo y más moderno. Estos están destinados tanto para la agricultura, así como para la ganadería, servicios de emergencia… Este tipo de almacenamiento de agua está confeccionado con poliéster de gran resistencia, con capas de PVC. Los mismos se instalan sobre una superficie perfectamente plana y horizontal, además, pueden ser hechos a medida —dependiendo de las necesidades de los clientes e, incluso, instalados en sótanos—. Por lo general, suelen tener una capacidad de 1.000 litros a 500.000 litros. Una de las principales ventajas de estos sistemas de almacenamiento es que no requieren licencia de obras. Además, estos depósitos hinchables son fácilmente desmontables y cuentan con materiales que evitan la evaporación, así como la aparición de algas en su interior. También evita la aparición de insectos y de malos olores.