Tipos de puertas automáticas para oficinas, ¿qué opción es mejor?

En las oficinas, el movimiento de personas que entran y salen de las distintas áreas suele ser muy frecuente. Para el acceso, las puertas de apertura manual se vuelven incómodas y son ineficientes desde el punto de vista energético.

En estos casos, la mejor opción es instalar una puerta automática, que funciona con un motor y abre cuando recibe la señal de sensores ópticos o de movimiento. Además, estas puertas tienen una estética moderna, que ayuda a dar la sensación de un ambiente profesional.

Si estás pensando colocar una puerta automática en la oficina, debes tomar en cuenta el diseño que más conviene, con base al uso y las características del espacio. Conoce los diferentes tipos de puertas para oficina y así sabrás cuál es tu mejor opción.

Puerta automática corredera

En este caso, la puerta suele estar formada por una o dos hojas, las cuales se desplazan hacia los lados para abrir. Son muy convenientes en oficinas donde no hay mucho espacio para la apertura de la puerta, pero se requiere tener una superficie en la fachada para que las hojas se desplacen.

Por lo general, llevan acoplados sensores de movimiento en los laterales de la puerta o de tipo óptico en la parte superior. Los mismos están integrados a la estructura, de manera que no son visibles y pueden captar la señal rápidamente.

El sensor envía la señal a un sistema de transmisión, que es el encargado de activar el motor para que las hojas se abran. Este tipo de puertas ofrecen un gran número de ventajas, que es interesante conocer:

  • Brindan una circulación mucho más fluida y hacen más eficiente el uso del tiempo de los empleados y clientes que visiten las oficinas.
  • Suelen ser puertas de cristal, por lo que aportan bastante luminosidad y dan sensación de mayor amplitud visual.
  • Son bastante seguras, por lo que se reducen los riesgos de que una persona quede enganchada o tropiece al ir con las manos ocupadas.
  • Es posible restringir el acceso, debido a que hay modelos a los que se pueden instalar controles para dar paso únicamente al personal autorizado.
  • El diseño de estas puertas ajusta la velocidad de desplazamiento de las hojas con base en su peso.
  • Tienen buen aislamiento acústico, por lo que ofrecen privacidad para empleados y usuarios.
  • Al abrir y cerrar rápidamente, ayudan a que la temperatura se mantenga estable dentro de la oficina. Esto permite que se reduzcan los gastos por electricidad para climatización y mejore la eficiencia en el uso de la energía.

Puerta corredera de seguridad o evacuación

Una puerta de seguridad es aquella diseñada especialmente para soportar ataques externos, como golpes, armas de fuego o apalancamientos, entre otros. Las mismas están reguladas por la Normativa UNE 85160:2013, que establece sus características.

Estas puertas van desde la clase 3 hasta la 6, con base al tiempo que es requerido para poder abrirlas con distintas herramientas. La clase 3 es la más básica, pudiendo ser abierta con herramientas relativamente sencillas, en un tiempo estimado de 5 minutos.

Las otras clases tienen un tiempo de resistencia mayor, siendo las de clase 5 exigidas para algunos negocios, como galerías de arte, joyerías o empresas de seguridad. Se estima que el tiempo necesario para abrirlas es de unos 20 minutos, requiriendo herramientas complejas.

Por lo general, las puertas de seguridad tienen hojas de acero, bisagras escondidas, varios sistemas de bloqueo y cerraduras que no se abren con ganzúas. Un tipo especial, poco común, son las puertas correderas de seguridad, que tienen las siguientes características:

  • Las hojas de acero vienen integradas en un marco de metal. Además, cuentan con un motor de mayor potencia que las correderas convencionales, para poder abrir la puerta con facilidad.
  • Generalmente, uno de los lados de la puerta cuenta con los controles para permitir abrirlas. Pueden ser lectores biométricos, mandos a distancia o lectores numéricos, entre otros.
  • Cuando la puerta cierra, se bloquea automáticamente con diversos mecanismos, que se activan a todo lo largo de la estructura.
  • Algunos modelos permiten conectar con sistemas domóticos o de alarma, que facilitan su manejo y dan mayor seguridad.

Por su parte, una puerta de evacuación es aquella que se coloca en la oficina, con la finalidad de facilitar la salida de las personas en caso de un siniestro. Cuando tienes instalada una puerta corredera, es posible automatizarla con un sistema de seguridad, que cumpla estos requisitos.

Los expertos de MetalBlinds.es, nos explican que estos automatismos deben cumplir con las normativas europeas de evacuación. Para esto, hay que tener incorporados los siguientes elementos:

  • Sistema de motor doble, donde el segundo motor entra en funcionamiento si hay algún fallo en el principal. Asimismo, un mecanismo que permita la apertura de la puerta en caso de fallo del suministro eléctrico.
  • Sensores y radares que permiten la apertura de la puerta en caso de una emergencia, para garantizar que las personas salgan en el menor tiempo posible.
  • La puerta corredera debe contar con un sistema que la vuelva abatible en caso de evacuación. Para esto, la puerta debe abrir hacia la zona de evacuación, sin requerir que se aplique una gran fuerza.

Puerta corredera telescópica

Es aquella en la que las hojas se superponen una sobre otra al abrirse, por lo cual se ahorra mucho espacio. Además, se logra tener un mayor ancho de apertura, mejorando la fluidez de la circulación dentro de la oficina, siendo de dos tipos:

De apertura central: suelen tener 4 hojas, con dos puertas que abren hacia un lado y dos hacia el otro, desde el centro de la puerta. Son muy convenientes cuando necesitas entradas muy amplias, que comunican dos ambientes.

De apertura lateral: formadas por 2 a 3 hojas, las cuales se mueven hacia uno de los lados de la estructura. Se utilizan más en espacios más limitados, donde no se necesita una entrada muy amplia.

Las correderas telescópicas automatizadas tienen instalado el motor en la hoja principal, y las otras se mueven con mecanismos de cuerdas y cables que las conectan. Por lo general, abren más rápidamente que la principal, contando con un sistema que ajusta la velocidad de apertura.

Puerta corredera hermética

En diversas circunstancias, se requiere tener un aislamiento completo de un área, ya sea desde el punto de vista acústico, de higiene o térmico. En estos casos, es necesario instalar puertas herméticas, que cumplan con las normativas establecidas.

Estas puertas, al cerrar, garantizan la estanqueidad y evitan el paso de partículas al interior del recinto, además de mantener las condiciones de temperatura y humedad. Son imprescindibles en muchos centros de salud y laboratorios, así como salas de refrigeración o salas blancas.

Suelen ser muy resistentes y están disponibles en diversos materiales, según las necesidades particulares de cada usuario:

  • El marco tiende a ser de acero inoxidable, que es resistente a la corrosión.
  • Las hojas son de cristal, materiales plásticos o acero inoxidable. Cuando se requiere, pueden aplicarse revestimientos especiales, como en salas de rayos X.
  • Una vez que cierran, permiten aislar completamente el área de acceso.
  • Suelen ser telescópicas o de una sola hoja, abriendo lateralmente. Algunos modelos permiten abrir a cualquiera de los dos lados.

Puerta automática batiente

En este tipo de puertas, las hojas se abren hacia afuera o adentro, siendo más frecuente este último caso. Suelen trabajar con un sistema de muelle en la parte superior, que es accionado por el motor, cuando se requiere abrir la puerta.

Son ideales en aquellos sitios en los que necesitas colocar hojas muy pesadas, debido a que algunos sistemas soportan hasta 300 kg. Estas puertas, al abrir, lo hacen en un ángulo de 90 °, por lo que la estancia debe tener el espacio necesario para permitir la apertura.

Si quieres agilizar el acceso en la oficina, las puertas batientes manuales se pueden automatizar de manera sencilla.

En las oficinas, este tipo de puerta es una buena solución cuando necesitas una mayor intimidad, como es el caso de las salas de reuniones. Pueden fabricarse de distintos materiales, como acero inoxidable o cristal.

Permiten la instalación de cerraduras de seguridad, al igual que de sistemas de control para el acceso a la oficina. También, son muy convenientes como puertas de evacuación, debido a que se les puede instalar una cerradura antipánico.